Nosotros

Historia del proyecto

Cuando vinimos a vivir a la finca, encontramos un maset derruído. Ésta debía ser nuestra nueva casa. Y así ha sido: en dos meses fuimos capaces de pasar de la ruina a edificar un lugar habitable, trabajo realizado entre dos personas, un hombre y una mujer. La construcción se completó con una casa de madera que sirve como habitación y pequeña sala de estar. Este era el estado del maset original.

PRODUCTOS ARTESANOS

En nuestra finca elaboramos productos con la materia prima que obtenemos de la tierra, de nuestros animales y de nuestro trabajo. Con la leche de las cabras hacemos estos deliciosos quesos. Leche, cuajo y espera dan lugar a unos característicos quesillos de un sabor excelente. En la foto tenéis los quesos en diferente estado de maduración. El de arriba a la izquierda está listo para su consumo. Diez días de paciencia es suficiente para regalarnos el paladar.

El aceite de nuestra finca proviene de una plantación de olivos arbequinos. Son olivas pequeñas de un carácter fortísimo, con un rendimiento muy alto. Del prensado de las arbequinas sale un aceite afrutado, con un sabor exquisito y capaz de dar carácter a todos los platos que queramos elaborar: repostería, aliño de verduras, cazuelas de carne...

No sólo el sabor y el aroma, sino también un color fuerte, amarillo-verdoso, que deja impronta tanto en los platos más elaborados como en los más humildes y sencillos.

Un tesoro.

Con los membrillos se elabora el delicioso dulce de membrillo. Basta pelarlos, trocearlos y ponerlos a cocer al fuego lento con la misma cantidad en peso de azúcar. Una vez han adquirido esta textura, se retira la cazuela del fuego y se tritura el contenido.

Magnífico tomado como postre o en el aperitivo, acompañando al queso de cabra, en taquitos y pinchados en un palillo. Pequeñas brochetas de lujo.

Además de productos alimenticios, en La Sisquella preparamos algunos remedios antiguos que pueden ser de utilidad: ungüento de caléndula para las contusiones y afecciones cutáneas, aceite de hipérico para las quemaduras, y alcohol de romero para las afecciones musculares. La rica flora mediterránea de la zona permite el estudio y el conocimiento de las antiguas y arcanas artes de la medicina popular.

Las plantas medicinales nos permiten unas terapias basadas en lo natural. En ocasiones, son tan efectivas como las medicinas convencionales. Sin embargo, es necesario remarcar que cualquier dolencia debe ser diagnosticada por un profesional de la medicina, en caso de que la patología sea de cierto rigor. Para dolencias leves, la medicina natural es un inmejorable alivio.